octubre 26, 2008

sin censura

el hombre gordo, velludo y algo viejo no le atraía, pero le empezó a picar la pierna...
igualito a cuando le daban ganas, pero demoró en rascarse, lo pensaba
imaginaba el movimiento de bajar el brazo hasta alcanzar la parte de la
pantorilla pero no lo hacía. y no lo hizo.
él tampoco hizo nada, no la besó, no la tocó pero la llamó ángel mientras la miraba
con deseos de comérsela.
y ese deseo suyo lo envolvía como un aroma, y lo tenía con esa sonrisa tonta y la mirada
justo, clavada en el escote de ella...que casi se agacha, pareció por un segundo
que se mostraba más...pero no.
sentada, derechita, con los brazos sobre la mesa, vigilando de reojo la cerveza ya vacía
y la pareja de la otra mesa, no se atrevió a rascarse.
la oscuridad del escote siguió a oscuras cuando se despidieron en la vereda del bar,
le pareció que la iba a besar ...pero no. ¿es que acaso ella también lo deseaba?

días más tarde lo supo!
se despertó caliente, miró a su alrededor, estaba sola.
y llegó al clímax, imaginándose desnuda con él.